lunes, 30 de abril de 2012

Singladura 3: MIGUEL VIDAURRE Salto a la fama.........


             
                         
MIGUEL  VIDAURRE.

"SALTO A LA FAMA".........



 Bueno, espero, pero sobre todo deseo, que la mayoría de vosotros estéis pasando un buen "puente" ( y los madrileños ni te cuento). A mi me ha tocado hoy escuchar el desagradable sonido del despertador a las 5 de la mañana (me acordé de mis años de "Onda Pesquera"), coger mi Volvo S60 (bueno el mío no, el de la Fundación), y poner rumbo a Barcelona.

Hoy he vuelto a comprobar,  una vez más, las largas y pacientes colas para entrar a ver Titanic The Exhibition en el Museu Maritim; he mantenido una reunión de trabajo con el director y el administrador, Roger Marcet y Pere Comas; he saludado a Pedro Bonet a Lourdes, su señora, a su esplendida madre, a su hermana y también a su hijo. Ha sido un placer volver a pasar un rato con ellos. También con Paco Muriana, el cónsul de Hernani en todas las ciudades donde recala la exposición, y a todo su equipo. Hemos comido por 9 euros los dos (Paco y yo), además muy bien y ya ven, ahora me dispongo a "hacer los deberes" de mi querido Blog.

 Más de uno habrá pensado (mal pensado) que les iba a largar mi diario de hoy y ya me había  olvidado de continuar con la historia de la bicicleta, el enchufe, el micrófono....pues no, no me había olvidado. Allá voy....

 El lunes, tal y como había quedado con Ignacio Beristain ( el del enchufe y el refresco de limón), me presenté "como un príncipe", a las 12 del mediodía, en punto, en Gaseosas Elias. Tuve que esperar más de media hora pero me vino bien (charlé un rato con los empleados que estaban llenando sifones y gaseosas y me "soplaron" algo sobre el nuevo refresco que querían  lanzar al mercado y, (como ocurre casi siempre), cuando la conversación estaba en lo más interesante, me llamaron de la gerencia.

--"Buenos días don Ignacio. ¿Que tal ha pasado usted el fin de semana?".

 --"En general bien, pero ha perdido la Real (Lo dijo como si fuese la primera vez que perdía la Real Sociedad, y estaba a punto de bajar a segunda división!!)

 --"Siéntese, por favor, pero no se crea, también  he tenido tiempo para pensar qué se le habría ocurrido a usted para lanzar nuestro nuevo refresco de limón. Por cierto, está usted tan  cambiado que no le reconocía"—

 --"Bueno, ha sido cosa de mi madre"—

 --"Por cierto, el otro día me dijeron que es usted el hijo de África, y que su madre es muy guapa"—

 --"Gracias, se lo diré a ella"--

--"Bueno, a lo nuestro. ¿Qué se le ha ocurrido a usted para que nuestro refresco lo tengan todos los bares de Guipúzcoa  y además lo pida el público?"—

 -"Como verá usted don Ignacio, no traigo ningún papel ni nada escrito. Se lo diré  tal y cómo lo he pensado. Ahí va: Se me ha ocurrido que podemos hacer cada fin de semana un festival de variedades en cada localidad de Guipúzcoa, es decir, el sábado una función por la tarde y el domingo una al mediodía. Yo me encargaré de seleccionar los artistas, y  contratare los cines o teatros para las actuaciones. El publico no tendrá que pagar nada para ver el festival, sólo tendrá que juntar seis chapas de su refresco y con las seis chapas el bar las canjeará por una entrada para ver el festival".

 --¿"Cómo lo ve don Ignacio"?—

 --"En principio me parece muy novedoso pero también  muy complicado de organizar, pero, por favor, continúe"—

 Estábamos allí sentados los dos, un crío aprendiz de electricista y el gerente de la fábrica de gaseosas de un pueblo como si fuésemos los dueños de Las Vegas organizando uno de sus festivales.

 --"Contrataremos a un grupo musical, una cantante, un humorista, un ilusionista, todos que tengan nombre en Guipúzcoa. Haremos carteles, los pegaremos por todo el pueblo. La gente irá a los bares a pedir su nuevo refresco, el del bar se verá obligado a tener su refresco porque si no la gente se irá a otro bar ya que querrá ir gratis al Festival. De esta forma los consumidores contentos, los bares aun más y usted ni le cuento!!. Por cierto, ¿cómo se va a llamar su nuevo refresco?”—

--"Perdone que no se lo haya dicho antes. Se llamará SCHUSS".

 --"Pues ya lo tiene claro, a partir de ahora se llamará SCHUSS...es limón!!.

 Lo dije con tanta autoridad y convencimiento que don Ignacio lo dio por hecho.

 --"Coño, eso me gusta ¡. Pero y quien se va a encargar de toda esta organización y, sobre todo, ¿cuanto nos va a costar"?

 --De la organización me encargaré yo y el presupuesto se lo daré en un plazo de 15 días, cuando hable con "los artistas"

 Don  Ignacio se levantó y con cara de terminar aquella conversación casi de Berlanga, me dijo:

 --“ Lo siento pero aquí hay algo que no me acaba de encajar. Vamos a ver, usted el jueves era aprendiz de electricista y hoy lunes, como por arte de magia, se convierte usted en agente de artistas, organizador de espectáculos, agente de publicidad. ¿Cómo? ¿me lo puede explicar? ¿No comprende que no me puedo fiar? Y, otra cosa. ¿Cuántos años tiene?.

--“Ya he cumplido 14 !!.

 --“Joder, lo que me faltaba, encima es un niño”—

 En ese momento, lo recuerdo muy bien, di casi  todo por perdido, pero me acordé de mi madre que, con tanta ilusión me había comprado toda la ropa (incluso la interior) para que yo fuese como un "hombre de negocios" y, de repente, me vino Dios a ver.

 --Fíjese don Ignacio. Imagíneselo al revés, es decir, yo soy un organizador de festivales, un agente artístico, y un agente de publicidad, pero, por mi edad, y por la  historia de una bicicleta que luego le contaré, estaba trabajando provisionalmente de electricista y el destino me ha traído aquí, a una modesta fábrica de gaseosas que quiere lanzar un nuevo refresco. Usted tiene suerte al encontrarme a mi gracias a un enchufe y yo tengo suerte el encontrarte a usted gracias a una bicicleta"—

 Lo que hubiese pagado yo para que pudieseis ver ahora la cara que se le quedó a don Ignacio. Yo creo que no sabía que hacer, si tirarme por las escaleras o si cortarse él las venas directamente.

 No hizo ni una cosa ni otra. Me dijo: --"Chaval, pareces valiente y crees en lo que dices. Venga, escríbeme un plan, dime los nombres de los artistas y calcula cuanto nos puede costar. Me gusta tu idea. Adelante. Tienes 15 días"—

 Os prometo que no era consciente del lío en que me había metido, pero no podía dar un paso atrás¡. ¿Cómo contactaba yo con artistas? y, sobre todo ¿con qué artistas?, pero tuve suerte.

 En aquellas fechas, el diario La Voz de España organizaba un concurso de artistas noveles, creo que se llamaba "Salto a la Fama" o algo parecido. Y para contactar con los artistas que allí iban a participar, en el Teatro Bellas Artes, no se me ocurrió otra idea que presentarme al concurso.

 Pero, ¿de qué me iba a presentar?. Yo cantaba muy mal, no tenía de idea de magia, no sabía baile, no tenía un grupo musical. ¿De qué me presentaba?. Ya lo tengo, me presentaré de humorista, total, sólo se trata de contar chistes!!.

 Ni corto, ni mucho menos perezoso, allí me presenté, delante de Miguel Vidaurre, el periodista encargado de esta organización.

 --"Tú qué sabes hacer"?-- me preguntó.

 --En realidad podría hacer muchas cosas, puedo hacer desaparecer un tren , puedo imitar a Frank Sinatra, incluso puedo bailar el lago de los cisnes en una silla de ruedas¡¡--

 --"Ha salido simpático el niño"-- dijo más  seco que un empleado de banco actual si le vas a pedir un préstamo.

--"Si, la verdad es que soy simpático por parte de madre, por eso me presento al concurso como humorista"—

 --"Bueno, allá tú. El sábado a las 4 de la tarde son los ensayos. Si continúas pensando presentarte al concurso vas al Bellas Artes y preguntas por el maestro Filo Alzugaray.".

 --"Gracias don Miguel, allí estaré".

 Dios mío, Dios mío, Dios mío, dónde me estaba metiendo!!. Me iba a presentar a un concurso, como humorista, y no tenía ni la más remota idea de contar chistes, es más, es que no sabía casi ningún chiste para poder contar!!

Vosotros qué haríais en mi lugar?. Había quedado con don Ignacio  en presentarle un plan con los nombres de los artistas para el "Festival Schuss...es limón" ( ya le había puesto nombre), pero no tenía ni idea de cómo contactar con artistas y, si me metía en ese concurso podría conocer a muchos. Pues vosotros haríais lo que hice yo. ¡¡Presentarme!! (Con dos cojones !!).

 Bueno, creo que hoy me estoy alargando demasiado. Ya sabéis la historia de la bicicleta, ya sabéis la historia del enchufe y estáis a punto de saber la historia del micrófono, pero, creo yo, por hoy ya está bien, porque tampoco debo cansaros.

(Fotografía:  Miguel  Vidaurre)


jueves, 26 de abril de 2012

Singladura 2: NACE "SCHUSS"...ES LIMÓN ¡¡¡




NACE  "SCHUSS".....ES  LIMÓN¡¡



Buenos días y, sobre todo, muchas, muchísimas gracias por la cariñosa acogida que habéis dispensado a mi Blog. La verdad que no me esperaba ni las llamadas, ni los correos, ni los comentarios que habéis colgado en el Blog. Estoy contento, tan contento que ayer me dieron casi las dos de la mañana delante del ordenador (yo normalmente a las diez de la noche ya estoy “soñando”) por lo que esta mañana me he quedado dormido más tiempo de lo normal. Quería comenzar a las siete de la mañana a escribiros y, ya veis, ahora mismo son las ocho y veinte!! pero bueno, vamos a lo nuestro...

Ayer les conté la historia de la BICICLETA, ya lo saben, ese objeto que me llevó a trabajar a un taller de electricidad, Electricidad Naval Fagoaga, en  Trincherpe, mi querido barrio.

Recuerdo que era jueves, mira, igual que hoy, también recuerdo que era el mes de septiembre, eso si, eran las nueve y media de la mañana y en el taller ya no quedaba ningún operario pues  todos estaban realizando su trabajo a bordo de los barcos pesqueros que, en aquella gloria época,  se apelotonaban en los muelles de Trincherpe (ya les dije ayer que Trincherpe es un barrio pesquero a 5 kilómetros de San Sebastián). Entonces, en el despacho sonó el teléfono.  Llamaban de una empresa, una fábrica de gaseosas (Gaseosas Elías), solicitando un operario para instalar un enchufe en el despacho del director gerente. Ya les he dicho que en el taller, en aquellos momentos no quedaba ningún operario, sólo el encargado, Baltasar Beltrán  y yo “el chico de los recados”.

El encargado ( al que por cierto estoy tratando de localizar para agradecerle todo lo que me enseñó ), Baltasar Beltrán, no lo pensó dos veces      --“Chaval, te atreves a colocar un enchufe”—me dijo muy serio, como encargándome una “misión imposible”,  --“Naturalmente, si solo es colocar un enchufe, dígame donde”—le contesté yo como aceptando una misión de alto riesgo. –“Coge la caja de herramientas y vete a Gaseosas Elías, allí te dirán donde tienes que colocar el enchufe”--   Gaseosas Elías era una pequeña fabrica de gaseosas y sifones que, junto con “La Pitusa” eran las dos únicas que había en Guipúzcoa, pero esta era muy pequeña. –“Lleva también un enchufe blanco y un rollo de cable y, no me jodas, desconecta la electricidad antes de tocar ni un solo cable, no vaya a ser que este sea tu primer trabajo y también el último”—

Después de estos sabios consejos, cogí mi bicicleta, cargué la caja de herramientas y allá me voy, a colocar el primer enchufe de mi vida.

Bueno, vosotros pensareis que colocar un enchufe es fácil, claro, eso pensaba yo también mientras pedaleaba mi flamante bicicleta camino de Gaseosas Elías, pero, ya verán todo lo que pasó por colocar un enchufe.

Ocurrió que llegué y me dirigieron directamente al despacho del director general ( si no recuerdo mal se llamaba, y se continuará llamando Ignacio Beristaín ), era una hombre serio pero amable.

--“Chaval, necesito que me coloques un enchufe al lado de mi mesa, acabamos de reorganizar mi despacho y los enchufes se han quedado detrás de  “esa mesa”.—

“Esa mesa” estaba al otro lado de donde yo tenia que colocar el enchufe, pero ese no era el problema, el problema era que para conectar el nuevo enchufe tenia que apartar “esa mesa” sobre la cual había un montón de tubos de cristal (una especie de probetas), llenos de líquidos, cada uno de un color distinto.

Pensé, “venga chaval, manos a la obra, solo se trata de dejar los tubos en el suelo, apartar la mesa, conectar el enchufe y volverlos a colocar en su lugar”. Ya, eso pensé, y me puse a colocar los tubos en el suelo, aparté la mesa, destornillé el enchufe, preparé el cable del nuevo enchufe y me dispuse a conectarlo.

Si han estado atentos al relato se habrán  dado cuenta que se me olvidó  el consejo del “jefe Balta” y al agarrar los cables del enchufe los pelos se me pusieron de punta, las piernas y las manos me temblaron y yo créo que estuve “varios años” sin conocimiento. El calambrazo fue tan fuerte que me tiró hacía atrás, pero hacia atrás no a cualquier sitio, sino hacia atrás precisamente coincidiendo en el mismo lugar donde estaban los tubos llenos de líquidos. ¿Se imaginan el espectáculo? . Un chaval, que había ido a colocar un simple enchufe, tirado en el suelo encima de unos tubos de cristal, tres de ellos rotos, y el suelo del despacho del gerente empapado de liquido que cuidadosamente habían guardado los técnicos del laboratorio para las mezclas de una nueva bebida refrescante¡¡

Nunca podré olvidar la cara del gerente ---¡¡¡ “no puedo creer lo que estoy viendo. No me lo puedo creer”¡¡--   Claro que yo, podre de mi, tampoco lo podía creer, pero era verdad¡¡¡.

Pero tranquilos, la cosa no fue a mayores, limpiaron el suelo, ordenaron la mesa, ¡¡¡ desconecté la corriente ¡¡ y me dispuse a instalar el enchufe.

En esa tarea estaba, de rodillas en el suelo, cuando sonó el teléfono del despacho del gerente. Lo cogió  y comenzó una conversación que se convertiría en un elemento vital para el cambio de mi vida.

El que había llamado era el responsable de una agencia de publicidad, y la conversación, de la que fui testigo involuntario, giraba en torno al lanzamiento de un nuevo refresco de zumo de limón. El gerente no hacía más que preguntarle al de la agencia --¿ “y como lo introducimos en los bares”?. Yo no se lo que le contestaba el de la agencia, pero el gerente no parecía estar de acuerdo con las propuestas que recibía  por teléfono….

Mientras tanto yo finalizaba, por fin, la “aventura” de instalar el primer enchufe de mi vida. Me levanté recogí todo con mucho cuidado, conecté de nuevo la corriente y ¡¡ el enchufe funcionaba ¡¡. Me dispuse a despedirme del gerente y, no sé por qué razón le pregunté: --“¿van a lanzar al mercado un nuevo producto?-- , --“Si, es un refresco de limón”— “Perdóneme pero le acabo de oir decir que tienen dudas sobre como introducirlo en los bares””--  El gerente no sabía que cara poner. Me imagino que se estaba preguntando a si mismo ¿Pero que hago yo hablando con este chaval que ha venido a instalar un simple enchufe y por poco me arruina la empresa. Eso créo yo que estaría pensando, pero sin embargo me prestó atención, y mucho más cuando le dijé: --“créo que puedo ayudarle, se me acaba de ocurrir una idea que le permitirá colocar su nuevo refresco  en todos los bares y además la gente lo pedirá. ¿Cómo se va a llamar el nuevo refresco?--   El hombre no salía de su asombro. El, elegantemente vestido, yo, un chaval, con un “mono” de trabajo y los dos hablando del lanzamiento de un nuevo producto como si fuésemos dos grandes ejecutivos (él si lo era, pero yo…..). Se imaginan la escena?.

Bueno, la realidad es que D. Ignacio Beristaín, se interesó por mi idea y quedamos emplazados para el lunes de la siguiente semana con el fin de que yo le contase mi “plan” para el lanzamiento de su nuevo refresco de limón.   Se llamaría  SCHUSS....

Llegué a casa, hablé con mi madre, con la madre de mi madre y con la hija de mi madre y les conté mi “suceso” y mi próxima reunión, el lunes, para “hablar de negocios” ( no olviden que yo acababa de cumplir 14 años y que vestía pantalón corto ).

Mi madre, sin pensarlo dos veces, me cogió de la mano y me llevó a un establecimiento que teníamos muy cerca de casa, se llamaba Alicia Novedades, y me compró un pantalón largo, una chaqueta de lana, azul, una camisa blanca, unos calzoncillos (por si me pasa algo y tenían que llevarme al médico), es decir, me vistió “como un autentico ejecutivo, de Trincherpe claro”.

El fin de semana lo pasé sin bicicleta pero pensando en como le iba a exponer al gerente de Gaseosas Elías mi “plan de lanzamiento”.

Seguro que vosotros, al igual que el gerente, estáis pensando, “¿pero este chaval puede tener algún plan?”…. Pues claro que lo tenia, y era tan bueno que no solo cambio mi vida, sino también la del gerente D. Ignacio Beristain….pero eso, para conocerlo y disfrutar con él, al igual que le pasó al gerente, tendréis  que esperar .......
(Fotografía:  Primera botella de Schuss)

miércoles, 25 de abril de 2012

Singladura 1: ASÍ Y AQUÍ COMENZÓ ESTE BLOG.........




ASÍ Y  AQUÍ  COMENZÓ  

ESTE   BLOG....


Buenos días. Hoy les escribo por vez primera y lo hago desde San Sebastián, son las seis de la mañana de este miércoles día 25 de abril del año del Centenario del Titanic y,  ahí fuera,  hace un viento que tiemblan los árboles aunque, para más preocupación (como ya tenemos pocas), la televisión nos anuncia para hoy la llegada de Petra, una borrasca con vientos que nos obligará a salir a la calle con anclas.



Tengo la sensación de que esta misma mañana, es decir, ahora mismo, voy a cumplir uno de mis sueños. Me da la impresión de que voy a ser capaz de escribir el primer artículo para mi Blog. Es decir, hoy me convertiré en "bloguero" y, aunque les cueste creerlo, este es uno de mis sueños. (Tengo varios que algún día me atreveré a contarles, pero este es el “más moderno”). 
Ayer, por fin, logré convencer a mis compañeros Eneida y Ander (lo que "convencer" no se lo crean mucho, porque a Eneida tuve que "chantajear" y prometerle que si ella me creaba mi Blog yo le creaba "el rincón del café", un pequeño espacio en el despacho para poder tomar café con cierta tranquilidad).

Hoy Eneida ya puede estrenar su "rincón del café" y yo ya estoy estrenando mi Blog. Misión cumplida.

Ander, "asesor técnico de Eneida" lo primero que hizo fue preguntar: "Qué título quieres poner a tu Blog?". Mi respuesta fue rápida: El Capitán del Titanic.

Y ya lo ven, aquí estoy, "haciendo los deberes" y escribiendo algo que deseo ustedes lean con atención y con ganas de leer mi siguiente articulo.
¿Pero que hago yo hablando de mi segundo articulo si aún no he comenzado a escribir el primero?.
Pues allá voy, como dice "Troski" intimo de Raquel: "arriba con ella".


Como dejó escrito Cristóbal Colón (uno de mis admirados personajes históricos), "la vida de los seres humanos puede cambiar radicalmente de rumbo cuando algún objeto o acontecimiento se cruza en su camino".
Y es verdad. Y aunque Cristóbal Colón no aclaró que objeto o acontecimiento cambiaron el rumbo de su vida, no es difícil imaginárselo.

Lo que si tengo muy claro son los tres objetos que se cruzaron en mi vida y me "obligaron" a cambiar radicalmente el rumbo de la misma.

El primero fue una BICICLETA, el segundo un ENCHUFE y el tercero un MICROFONO.


LA BICICLETA: Este que les escribe, que ya ha cumplido los 42 años, también fue un día, y no muy lejano, una persona joven, incluso muy joven, incluso fui recién nacido...

En aquella época (no en la de recién nacido sino en la de muy joven), cuando yo estaba a punto de cumplir 14 años, mi única pasión  era montar en bicicleta, pero claro, como las pasiones generalmente se despiertan por algo que uno desea pero no tiene, yo no tenia bicicleta y, no solo ese era mi único inconveniente, ni incluso el más grave, sino que mi madre, la madre de mi madre y la hija de mi madre se oponían radicalmente a que su nieto, hijo y hermano, es decir, yo mismo, arriesgase su joven vida a bordo de una simple bicicleta.

África, mi adorada madre, “Mamá  Pequeña”, mi entrañable abuela y Josefi  (ahora se llama Pepa) mi hermana pequeña (bueno, mi única hermana), no dejaban de recordármelo cada día, pero, por surte para mí, en aquella época ya existían los “fines de semana”….

Aquí no intervenía mi padre, José, bueno, el marido de Africa, porque estaba navegando, como todos mis antepasados,  la mayor parte de los días del año.
Les hablaba  de los fines de semana…..y los fines de semana, con la paga del domingo en el bolsillo, quien les escribe se “fugaba” desde Trincherpe, el barrio de pescadores donde vivíamos, a 5 kilómetros de San Sebastián, hasta Pasajes Ancho, con el único fin de alquilar una bicicleta y pasarme el sábado y el domingo “presumiendo de vehículo propio”….hasta que llegó un mal día….

Un mal día, sábado para más señas, mi entreañable abuela me pilló presumiendo de mis aptitudes ciclistas en medio de la carretera general... y ahí se acabó mi histroia, bueno mi historia de alquiler, aunque no de la bicicleta.

Cada día, sobre las seis de la tarde, al caminar desde la parada del bus que me traía del Colegio del Corazón de María de San Sebastián hasta mi barrio de Trincherpe, pasaba por delante de un establecimiento de electricidad denominado “Electricidad Naval Fagoaga” y nunca me había dado cuenta de la presencia de una elegante, yo diría “preciosa” bicicleta Orbea, de color v rojo, en el patio de ese establecimiento. Pero ese día la vi  y, sin pensarlo un momento entré en el establecimiento. 
De quién es esta bicicleta?” pregunté. “Es de la empresa y se utiliza para hacer los recados” me contestó el “jefe” Baltasar Beltrán ( un gran tipo del que aprendí mucho y al que estoy intentando localizar por San Sebastián. A ver si alguno de mis lectores me ayuda en esta misión. Solo sé que vivía en la calle San Bartolomé). 
¿Puedo trabajar yo haciendo los recados?” pregunté directamente. “¿Cuántos años tienes?”  interrogó. “El mes que viene cumplo 14” dije presumiendo de “persona mayor”, aunque vestía pantalones cortos. “Cuando los cumplas vienes, acompañado de tu madre, y hablamos”. 
Gracias señor, así lo haré, solo faltan 12 días!!.

Dicho y hecho. En sólo 12 días tuve que convencer a mi madre, a la madre de mi madre y a la hija de mi madre para que creyesen mi promesa de que estudiaría más si me dejaban trabajar de recadista, aunque sólo fuese media jornada. 
Lo conseguí. Ya era recadista. Ya trabajaba y cobraba un sueldo y, sobre todo, ya tenía mi propia bicicleta (lo de mía es un decir).


Y ustedes se preguntarán ¿en qué cambió tu vida esa bicicleta? No se pongan nerviosos. Gracias a esa bicicleta, pude llegar a un ENCHUFE, de los de enchufar, de los que dan calambre, y el ENCHUFE me permitió llegar al MICRÓFONO y el MICRÓ FONO me facilitó llegar al fondo del océano y convertirme en “El Capitán del Titanic”, pero bueno, esas son otras historias que les contaré otro día….

Pues ya está!!!. Ya he escrito mi artículo y ya tengo mi Blog!!!….ya soy “bloguero” y ya tengo lectores, entre ellos usted. Gracias. Gracias. Gracias.

(Fotografía: Jesús Ferreiro).